Ingreso por la frontera Las Balsas
Encontré el puesto de aduanas de Las Balsas en un contenedor adaptado para oficina, dentro se encontraba el oficial de inmigración viendo una vieja película de cantinflas. Le mostré mi pasaporte para que lo sellara, me pregunto hacia dónde iba. Le conté que iría por toda la cordillera andina hasta el sur de Perú en mi bicicleta de bambú. Me miro con escepticismo, alzo los hombros y dijo que me daría 90 días, le supliqué que me diera los 180 días de una vez, pues no creía que me diera tiempo de cruzar toda la cordillera en tan poco tiempo. No sé si la influencia de cantinflas o porque ya me habían dicho que a los cicloviajeros les daban los 180 días, en el sello me dió los 180 días.
Así entré en Perú, ya con una ruta que prometía me volatía la cabeza por lo único de los lugares por los que iba a pasar, la ruta puede ser descrita de la siguiente manera:
La ruta de “La gran división del Perú”
La ruta por caminos de tierra de Sudamérica La Gran División del Perú o mejor conocida como Peru Great Divide muestra el verdadero mundo andino, vivo y activo en toda su esencia excepto en su aspecto espiritual que ha sido secuestrado por sectas evangelistas que, así como la minería que va socavando y deteriorando los recursos naturales vitales como el agua, los evangelistas van deteriorando y debilitando el espíritu de las comunidades, son como arañas que los envuelven en su telaraña de mitos y mentiras hasta dejarlos huecos.
Ésta ruta va entre picos nevados, lagos glaciares y pueblos olvidados por el tiempo. Dependiendo del ritmo de tu pedaleo es una ruta de varias semanas, meses, años o podría durar por el resto de una vida. Atraviesa la escarpada Cordillera Central del país superando una serie de pasos de 4,800 y 5,200 metros de altitud a través de caminos de tierra remotos y con poco o nulo tráfico.
Como su nombre lo indica, la Peru Great Divide se extiende a lo largo del límite montañoso que forma la divisoria de aguas entre el Pacífico, al oeste, y la selva amazónica que se extiende hacia el Atlántico, al este.
Inicio de la ruta, acampada en Linderos
Como era temprano decidí seguir mi camino a ver si encontraba un lugar mejor para montar mi carpita. Después de unas horas comenzaba a preocuparme si la oscuridad me alcanzaría en la ruta hasta que encontré una pequeña población llamada Linderos. Vi que había una escuela abandonada… quizá, como sea pregunté a algunos de los pobladores si podía acampar dentro de las instalaciones, me dijeron muy amigablemente que no había ningún problema y hasta me indicaron de donde podía colectar agua.
Ver imagenes de ésta parte de la ruta en mi pagina de facebook en el album Perú Amazonas Parte I